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La zona donde se encuentra el Pedra de Mari es una de las más encantadoras del sur de Cerdeña, un territorio que mantiene intacta su belleza salvaje y auténtica. A pocos minutos del establecimiento se halla el centro de Pula, una conocida localidad turística que combina tradición y vitalidad: aquí, entre las calles del centro peatonal, se puede pasear entre talleres de artesanía, pequeños restaurantes típicos y mercadillos nocturnos, a menudo animados por espectáculos, música en vivo y entretenimiento para todas las edades.
La costa presenta una sucesión de paisajes impresionantes, donde las tonalidades turquesas del mar se alternan con el verde de la vegetación mediterránea. La playa de Nora, a solo 5 minutos, es famosa no solo por sus aguas cristalinas, sino también por el sitio arqueológico con las ruinas de la antigua ciudad púnico-romana, un lugar cautivador donde la historia y la naturaleza se entrelazan. Un poco más adelante se encuentran las amplias playas de arena de Santa Margherita di Pula, perfectas para familias y amantes de paseos por la orilla.
Chia, a aproximadamente 20 minutos, es considerada una de las joyas del sur de Cerdeña: largas extensiones de arena blanca, calas escondidas, dunas esculpidas por el viento y enebros centenarios que ofrecen sombra natural. Sus lagunas están pobladas durante gran parte del año por elegantes flamencos rosados, lo que convierte el área en un lugar ideal para los aficionados a la observación de aves. Aún más al sur, las playas de Tuerredda, Porto Tramatzu y Porto Pino completan un recorrido costero entre los más impresionantes de la isla.
Quienes recorren la carretera Sulcitana en dirección a Teulada quedan impresionados por el continuo cambio del paisaje: colinas que se alternan con formaciones rocosas, tramos acantilados que dan paso a extensiones de arena y vistas panorámicas donde el mar se funde con el horizonte. Es un rincón de Cerdeña que sabe emocionar y relajar, perfecto para aquellos que buscan una experiencia auténtica entre la naturaleza, la cultura y los sabores locales.
*Distancias a vista de pájaro